Cuando faltaban pocos minutos para que comenzara en La Moneda el acto de promulgación del proyecto de despenalización del aborto en tres causales, los pasajeros de cuatro buses todavía esperaban en calle Teatinos para ingresar a Palacio. Finalmente, el equipo de producción de la Presidencia dispuso el acomodo de los invitados en sillas en el Patio de Los Cañones, frente a dos pantallas LED. Esto, debido a que en el Patio de Los Naranjos, la tarima ubicada a espaldas del podio y las dos graderías mecano que fueron instaladas, ya estaban atestadas de un público mayoritariamente femenino, en medio del cual los ministros y los candidatos presidenciales Alejandro Guillier, Carolina Goic, Marco Enríquez-Ominami y Alejandro Navarro pasaban casi inadvertidos. Desde Presidencia se informó que asistieron cerca de dos mil personas al acto encabezado por la Presidenta Michelle Bachelet. Al ingresar al lugar, la Mandataria fue ovacionada. '¡Michelle Bachelet, aquí estamos otra vez!', era el cántico de un grupo de mujeres, previo a que Bachelet firmara la ley que incluye las causales de riesgo de vida de la madre, inviabilidad fetal y violación. El acto se realizó cuatro días después del impasse entre La Moneda y las iglesias evangélicas producto de las críticas de los obispos a la agenda valórica. 'Es un paso histórico (...) En 25 años hubo intentos de numerosos parlamentarios por instalar el tema, pero no lograba aprobarse ni siquiera en la idea de legislar. Hoy, no solo han ganado las mujeres; ha ganado la democracia', comenzó señalando la Presidenta en su discurso. 'Esta ley -continuó- no obliga a las mujeres a tomar una decisión. Lo que hace es reconocer su derecho a decidir, y respeto por su decisión, sin que nadie pueda forzarla. Será su voluntad, no la ajena, la que determine si ella seguirá o no con su embarazo, sin que sea posible amedrentarla, condicionándola a castigos, penas o la disponibilidad de recursos. Hasta hoy, la respuesta oficial del Estado ha sido el castigo'. La Mandataria también explicó que se trata de 'tres casos precisos y humanamente difíciles. Es una decisión personal e intransferible que nunca es razón de festejo, está precedida de dolor y angustia', y que 'el Estado asume activamente un rol irrenunciable de garantizar derechos. Es un giro mayor, saldando una deuda con las mujeres. Somos un mejor país'. Objeción de conciencia La nueva ley contempla la existencia de un plan de acompañamiento para mujeres con embarazos vulnerables que podrá ser entregado por el Estado o por entidades de la sociedad civil. La norma incluye igualmente la opción de que el personal médico, de manera individual, o el establecimiento hospitalario, de manera institucional, se abstengan de realizar abortos invocando la objeción de conciencia. 'Es una opción válida', reconoció la gobernante, cuyo proyecto original contemplaba solo una objeción individual de los médicos. 'Aquí no hay médicos buenos ni malos', añadió la ministra de Salud, Carmen Castillo, quien explicó que su cartera deberá implementar en 90 días los reglamentos de la nueva ley. 'Esperamos en el presente año iniciar la capacitación del personal y la adquisición de equipamiento. Hay que perfeccionar áreas en las cuales vemos que hay que fortalecer para dar respuesta, especialmente en la inviabilidad fetal, que requiere equipamiento en algunas localidades', añadió Castillo. En 90 días el Ministerio de Salud dictará los reglamentos. |